Dentro de nuestra serie «rutas míticas», en la cual recorremos algunas de las vías históricas más destacadas de nuestro planeta, hoy presentamos la ruta 66.

¿Quién no ha oído hablar de la ruta 66? ¿Quién no ha soñado alguna vez recorrerla en motocicleta o coche?

Puede que la larga ruta 66, que recorre gran parte del territorio de Estado Unidos, no tenga la antigüedad histórica de otras, pero la verdad es que se ha ganado el reconocimiento como una de las rutas más populares del mundo. Ya sea por el cine, la televisión, novelas o hasta videojuegos, la ruta 66 ya forma parte del imaginario colectivo como una de las carreteras más conocidas del planeta. Si a esto le sumamos la capacidad de influencia de la cultura norteamericana en nuestras vidas, tenemos una vía, que forma también parte de nosotros. Así que, vamos a recorrerla y documentarlo.

En primer lugar, cabe destacar que la ruta 66 original, ya no puede recorrerse al completo, ya que la mayor parte del tramo de esta antigua ruta, ha sido modernizado y reemplazado por autopistas más rápidas y actuales. Por lo que solamente algunas de las antiguas carreteras que formaban parte de la ruta 66 pueden recorrerse actualmente.

Planificación

Como cualquier viaje, antes del mismo, tenemos que pensar muy bien desde donde partiremos, a través de que medios lo haremos, paradas y destinos. Aunque este en concreto es un viaje que tiene en su contenido mucho de improvisación y aventura. Para realizar la ruta al completo, tendremos que comenzar nuestra aventura desde la ciudad de Chicago.

Podemos usar para ello los servicios de Google Maps, ya que resultan muy prácticos. Para pasar por tramos de la ruta 66 debemos de elegir la opción que nos hará recorrer más km y situada más al sur.

Al ser un viaje tan largo, debe ser recorrido en etapas. Depende de los días que podamos permitirnos para hacerlo, hará que tengamos que realizar más o menos kilómetros diarios. Por ello, es un viaje que incluye miles de posibilidades, ya que habrá pueblos o ciudades que visitaremos meramente de paso y otros en los que queramos pasar más tiempo y decidamos hacer una pausa por más tiempo. Elegimos alquilar un coche deportivo y que la compañía de alquiler nos permita recogerlo en el aeropuerto de Chicago y devolverlo en el de Los Ángeles.

Por ello, nosotros contaremos nuestra experiencia para que sirva a título informativo

En ruta

Una vez preparado todo, llegamos a Chicago, una de las urbes más importantes de los EEUU y del mundo. Una ciudad inmensa a las orillas del famoso lago Michigan y que no te dará tiempo a visitar en un solo día. Pero nuestro destino se encuentra muy lejos, así que salimos temprano con dirección a la primera parada de nuestro camino, San Luis.

En chicago podemos encontrar varias placas que indican el inicio de esta ruta.

Después de casi 500 km recorrido en la primera etapa, decidimos descansar en San Luis. Es una gran ciudad, en la que hay mucho que ver y visitar. Bordeada por el gran rio Mississippi. Se encuentra en el estado de Misouri y quizás nos sea familiar su característico arco «Gateway», que rinde homenaje a los exploradores que en el siglo XIX recorrieron el medio oeste norteamericano.

La ciudad de San Luis, con su característico arco.

Después de un breve visita matinal por San Luis, de nuevo nos ponemos en marcha y tras 350 km, paramos para hacer la 3ª de nuestras noches en ruta en Springfield, también en el estado de Misouri. Aunque nos suene el nombre, no tiene nada que ver con «Los Simpsons» y como se puede comprobar facilmente, ciudades con este nombre hay unas cuantas en EEUU. Springfield es una ciudad mucho más pequeña que las anteriores y cuenta con muchas zonas verdes y residenciales.

Salimos temprano para cubrir 460 km de viaje y llegar hasta la gran ciudad que da nombre a su mismo estado, Oklahoma City. Es una gran ciudad, muy popular, situada en lo que prácticamente sería el centro geográfico de los EEUU. Pasamos la tarde visitándola brevemente y hacemos noche en ella para nuevamente partir por la mañana tras desayunar. Nuestro próximo destino es la ciudad de Amarillo, en el estado de Texas, a unos 450 km aproximadamente desde Oklahoma City. Paramos a comer por el camino y llegamos por la tarde para dormir allí nuestra 5ª noche y descansar. Por la mañana visitamos parte más antigua de Amarillo, donde hay muchas referencias a la ruta 66, museos y el antiguo oeste. A media mañana partimos de nuevo con destino Albuquerque en Nuevo México.

Albuquerque es la ciudad más grande de Nuevo México y fue fundada por los españoles en el siglo XVIII. Hay mucha actividad cultural por realizar en la ciudad. Podrás visitar el centro histórico, donde se encuentran lugares como la plaza de Old Town o la iglesia de San Felipe de Neri. Como curiosidad, en Albuquerque fue la ciudad donde se fundó el gigante Microsoft.

Después de nuestra 6ª noche de viaje y visitar brevemente la ciudad de Albuquerque, proseguimos nuestro intenso viaje. Durante el trayecto, vamos realizando breves paradas en pequeños pueblos o llamativos accidentes geográficos que nos va mostrando el camino, así como lugares que nos llaman la atención como alguno de los pintorescos casinos indios. Atravesamos el estado de Nuevo México y llegamos hasta Arizona, para hacer noche en Holbrook, uno de esos pueblos nacidos con la expansión del ferrocarril a finales del siglo XIX.

Podrás encontrar multitud de lugares dedicados al pueblo nativo norteamericano.

Tras nuestra séptima noche, acometemos temprano de nuevo el camino y seguimos atravesando el árido estado de Arizona. Como en la jornada anterior, vamos tranquilamente parando en cualquier lugar llamativo que nos acontece en el camino. Comercios indios, pueblos semi abandonados, gasolineras «fantasma», ruinas o lugares sagrados para antiguas culturas de la zona, etc. Siguiendo por la histórica ruta 66, decidimos desviarnos de nuestro objetivo, tomando una carretera que nos llevará hacia el norte, en perpendicular a nuestro objetivo principal para hacer un pequeño parón en el camino y visitar la espectacular ciudad de Las Vegas, en Nevada para poder visitar también uno de los lugares más conocidos del mundo, el «Gran Cañón del Colorado», en su zona más occidental.

Las Vegas es una ciudad espectacular.

Tras un agotador día con casi 600 kilómetros recorridos, decidimos pasar la noche en Las Vegas para poder tomar un par de días de descanso. Al día siguiente, visitamos diversas localizaciones del Gran Cañon, pudiendo darnos cuenta de su magnificencia. Hay multitud de ofertas turísticas para visitarlo, muchas de ellas, incluyen sobrevolarlo en helicóptero por un módico precio. También aprovechamos para visitar Las Vegas y acudir a algunos de sus llamativos espectáculos y casinos. Una ciudad que sin duda, no deja indiferente a nadie, sea por el motivo que sea. Por ello, la 9ª noche repetimos por primera vez en el viaje ciudad de descanso.

En la carretera nos encontraremos con el famoso árbol «Joshua Tree».

Abordamos nuestro décimo día de viaje con energías tras nuestro pequeño parón y tomamos dirección sur, por la vía 95 para volver a interceptar la 66. A estas alturas del camino, ya estamos circulando por el estado de California y vamos atravesando sucesiones de rectas en medio de páramos completamente desérticos durante un buen número de kilómetros. Como en todo el transcurso del viaje, intentamos circular la mayoría de kilómetros posibles por la antigua 66, que en gran parte del viaje circula en paralelo con la autopista 40. A veces paramos para repostar, tomar algo o descansar unos minutos, a la vez que aprovechamos para seguir visitando cualquier detalle que capte nuestra atención, ya que a lo largo del viaje, nos vamos encontrando muchos.

Preparaos para pasar largas horas en interminables carreteras.

Tras casi 12 horas en la carretera, por fin llegamos, ya de noche, a nuestro destino final, Los Ángeles, California. Dormimos en la ciudad más conocida de la costa oeste de EEUU para descansar tras una última etapa agotadora, en la que hemos circulado por lugares en los que se superaban los 40ºC. Es tiempo de descansar, visitar esta increíble gran ciudad, contemplar el Océano Pacífico, antes de dar por finalizada nuestra aventura.

Al llegar al muelle de Santa Mónica, podemos ver la señal del fin de la ruta 66.
Algunas calles de L.A. con el mítico hotel del millón de dólares de fondo.
No se puede ir a L.A. sin pasar por Hollywood.
Por fin alcanzamos el Pacífico.

Resumen

Al final nos hemos tomado 15 días para realizar el viaje al completo, incluyendo que tras llegar al destino, al fin de nuestro décimo día de viaje, pasamos unos días visitando Los Ángeles y alguna otra ciudad de la costa oeste.

Si quieres saber más sobre la ruta 66….

Por exclusive

Un comentario en «Rutas míticas: La ruta 66»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *