Cuando nos hablan de coches caros, comenzamos pensando en cualquier super deportivo actual, capacitado con las más altas prestaciones y dotado de la más moderna tecnología. También nuestra mente, tiende a recrear el típico Ferrari rojo, un Lamborghini amarillo, o similares.
Pero lejos de la realidad, el coches que ostenta actualmente el título de vehículo más caro del mundo, es un coche «clásico». Un vehículo completamente único y exclusivo, fabricado en 1955 nada menos.
Cifras astronómicas
Y es el Mercedes Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé, el vehículo que ostenta el título de vehículo más caro de la historia hasta el momento. Por él, se pagaron en 2022, la friolera de 135 millones de euros. Fue a través de la casa de subastas RM Sotheby’s, donde un pujador del que no se conoce el nombre, desembolsó la mencionada cantidad.
Como comentábamos anteriormente, cuando pensamos en coches escalofriantemente caros, de repente nos viene la imagen de cualquier Ferrari o Lamborghini, ya que no hay ninguno que su precio de vehículo nuevo no sea inferior a 200.000 euros. O incluso «supercoches» como los Bugatti o Koenigsegg, marcas con modelos exclusivos que parten de las siete cifras en euros.
Y es que los vehículos clásicos, de los que se fabricaron muy pocas unidades, siempre acaban superando a los actuales. Ya sea por eventos únicos en los que participaron, porque fueron parte de una edición limitada o por el particular motivo de su fabricación, revalorizan su precio inicial y los años terminan por elevar su precio hasta cifras realmente increíbles. Podemos poner por ejemplo otros vehículos que se vendieron por varios millones de euros, como el Ferrari GTO de 1962, que se subastó por más de 51 millones de dólares.
Historia
Normalmente, este tipo de vehículos siempre tienen una interesante historia detrás. No podía ser menos en el caso del Mercedes Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé. El apellido Uhlenhaut forma parte de la historia de Mercedes.
Rudolf Uhlenhaut fue un ingeniero que trabajó para Mercedes desde 1931 hasta 1972, también era piloto. Su labor dentro de la compañía, permitió a Mercedes desarrollar algunos de los vehículo deportivos más veloces del momento. Sin duda alguna, su contribución a la leyenda de Mercedes fue inestimable.
Este modelo en concreto, fabricado en 1955, montaba un motor de 3.000 cc, con seis cilindros y desarrollaba 302 CV de potencia, una cantidad muy destacada en su época. Además, le permitía alcanzar los 284 km/h. Una cifras de récord.
